Mostrando entradas con la etiqueta Tumores cerebrales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tumores cerebrales. Mostrar todas las entradas

martes, 16 de julio de 2024

Tumores cerebrales en niños

 Autor/a: Alan R. Cohen N Engl J Med 2022;386:1922-31.

Introducción

Los tumores cerebrales son las neoplasias sólidas más frecuentes y la principal causa de muerte por cáncer en niños.1-3 Los tumores del sistema nervioso central (SNC) representan el 20% de los cánceres infantiles y solo secundan a la leucemia en frecuencia.4

La incidencia anual promedio ajustada por edad de tumores cerebrales en niños en los Estados Unidos es de 5,65 casos por 100.000 habitantes, con 0,72 muertes por cada 100.000 (neonatos hasta los 14 años).3

Los avances diagnósticos y terapéuticos recientes han llevado a una mejora en la sobrevida y la calidad de vida de muchos niños con cánceres del SNC. Sin embargo, el pronóstico para muchos niños con tumores cerebrales sigue siendo pobre, y los tratamientos dejan secuelas a largo plazo.2,5

Esta revisión destaca los cambios recientes en la clasificación y manejo de los tumores cerebrales en niños. Dada la gran cantidad de dichos tumores y la complejidad de los nuevos esquemas de clasificación, sólo se discuten aquí los tipos más comunes y representativos.

Clasificación de los tumores cerebrales en niños

La quinta edición de la Clasificación de Tumores del Sistema Nervioso Central (CNS5) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicada en 2021, introdujo importantes cambios en la taxonomía de los tumores cerebrales, enfatizando las características de diagnóstico molecular.6

Esto ha creado una nomenclatura híbrida de clasificaciones convencionales con biomarcadores moleculares basada en características histológicas, ultraestructurales e inmunohistoquímicas. Estos cambios son extensos y para no especialistas (y especialistas) pueden parecer un simple cambio de nombre, pero reflejan la tendencia de asignar categorías diagnósticas en base a características genéticas que en muchos casos impulsan el pronóstico y ofrecen objetivos potenciales para el tratamiento.

El nuevo sistema ha introducido 22 tipos únicos de tumores, muchos de los cuales incluyen alteraciones moleculares específicas. Algunos nombres son difíciles de manejar, como el "glioma de alto grado de tipo pediátrico difuso, tipo salvaje H3 Y tipo salvaje IDH” y “tumor mixoide desmoplásico de la región pineal, mutante SMARCB1.”

El perfil molecular no está ampliamente disponible en los países en desarrollo, e incluso en los Estados Unidos, la secuenciación del exoma y del genoma puede llevar semanas y es posible que sea necesario iniciar el tratamiento antes de establecer el diagnóstico molecular.7 También hay una brecha entre la perspectiva de comprender la génesis y el comportamiento de los tumores cerebrales en niños y la aplicación de estos nuevos conocimientos en la práctica clínica.

Gliomas

> Gliomas difusos de bajo grado de tipo pediátrico

Los gliomas de bajo grado son los tumores cerebrales más frecuentes en la infancia y representan un tercio de todos los casos si se incluyen tumores mixtos glioneuronales y neuronales.8

Este grupo de tumores es heterogéneo; a diferencia de los gliomas de bajo grado en adultos, los gliomas de bajo grado en niños rara vez se transforman en tumores de mayor grado.9 Las mutaciones IDH1 o IDH2  comunes en gliomas de bajo grado en adultos, que se convierten en tumores de mayor grado, son mucho menos frecuentes en niños.10

El tratamiento inicial para la mayoría de los gliomas de bajo grado en niños es la cirugía para establecer un diagnóstico tisular y lograr la máxima resección segura. En un gran estudio internacional, la sobrevida sin progresión a 5 años de los niños con gliomas de bajo grado fue del 69%, y la sobrevida general fue del 95%.11 Los factores de riesgo para la progresión fueron menor edad, resección  incompleta, características histológicas fibrilares y localización hipotalámica o quiasmática.

La resección total macroscópica de los gliomas de bajo grado en niños a menudo no es posible, particularmente de aquellos que se encuentran en la profundidad de la línea media. Muchos de estos tumores son indolentes, y la observación con imágenes cerebrales de control es a veces una opción.

La radioterapia es eficaz para el tratamiento de gliomas de bajo grado recurrentes o residuales, con sobrevida libre de progresión a 5 años del 71% y sobrevida global del 93%.12 Los niños en riesgo de progresión tumoral en base a la edad, la ubicación anatómica y las características genéticas a menudo se tratan con quimioterapia adyuvante debido a la preocupación por los efectos neurotóxicos de la radiación en el cerebro en desarrollo.10 Los agentes quimioterapéuticos que han demostrado ser eficaces, ya sea solos o en combinación, incluyen vincristina, carboplatino, vinblastina, 6-tioguanina, procarbazina, lomustina, cisplatino, etopósido e irinotecán.8,13,14

Se ha evaluado la quimioterapia multifarmacológica en un ensayo que comparó carboplatino y vincristina con 6-tioguanina, procarbazina, lomustina y vincristina. La sobrevida libre de eventos fue similar en los dos grupos de quimioterapia y fue similar o superior a la sobrevida libre de eventos con radioterapia.15 Los tumores en ambos grupos de quimioterapia progresaron dentro de los 5 años, pero el régimen de cuatro agentes se asoció con mayores efectos tóxicos.

El rol del agente alquilante temozolomida es menos claro en los gliomas de bajo grado en niños que en los gliomas del adulto, para los cuales es ampliamente utilizado.8 El fármaco estabilizó la enfermedad en niños con gliomas de bajo grado recurrentes en un ensayo de fase 2, aunque la sobrevida libre de progresión fue solo del 17% a los 4 años, y el 70% de los pacientes requirió otros tratamientos después de la temozolomida.16 En otro ensayo de fase 2 que involucró a niños con gliomas de bajo grado recurrentes, la temozolomida fue ineficaz.17

Las alteraciones moleculares han sido objeto del uso de medicamentos que pueden ser más efectivos y menos tóxicos que la quimioterapia convencional.18 Las alteraciones en la vía de señalización descendente de la vía de la proteína quinasa activada por mitógeno del virus del sarcoma de rata (MAPK) han generado considerable atención. Esta vía envía información de la superficie celular para modular la expresión genética para varias funciones celulares, incluyendo

el crecimiento. La mayoría de los gliomas de bajo grado tienen una o más alteraciones en la vía MAPK, incluyendo  mutación o fusión del oncogén BRAF, mutación en NF1, mutación del receptor 1 del factor de crecimiento de fibroblastos y fusiones de la familia del receptor neurotrófico de tirosina quinasa (NTRK).19,20

Alteraciones somáticas de BRAF o alteraciones de la línea germinal de NF1 pueden desempeñar un rol en la tumorigénesis.9 Algunos gliomas de bajo grado tienen alteraciones en BRAF, que codifica una proteína serina–treonina quinasa (BRAF), un regulador descendente de la vía MAPK. Dos alteraciones BRAF frecuentes son una mutación puntual en el oncogén BRAF V600E y la fusión de BRAF y otro gran gen de función desconocida, KIAA1549.21,22

Inhibidores de BRAF (dabrafenib) e inhibidores descendentes de MEK (trametinib y selumetinib) están bajo investigación.2,7 Los niños con gliomas de bajo grado con mutación BRAF, en particular los asociados con deleción homocigota del gen supresor de tumores CDKN2A, tienen una pobre respuesta a la quimiorradioterapia convencional.22,23 La inhibición de BRAF, sin embargo, ha llevado a respuestas iniciales y duraderas,22 y selumetinib fue eficaz en un ensayo de fase 2 que involucró a niños con gliomas de bajo grado asociados con NF1 o BRAF aberrante recurrentes, progresivos o refractarios al tratamiento.24 Estos hallazgos han impulsado ensayos de fase 3 comparando selumetinib con quimioterapia estándar para gliomas de bajo grado recién diagnosticados.

> Astrocitomas pilocíticos

Los astrocitomas más comunes de la infancia son los astrocitomas pilocíticos, que representan alrededor del 20% de los tumores cerebrales en niños, adolescentes, y adultos jóvenes (<20 años de edad).8,25-27 Generalmente son de crecimiento lento y circunscrito, con una sobrevida a 10 años superior al 90%.26,28

La mayoría de estos tumores se localizan en el cerebelo y la región supraselar, pero pueden aparecer en otro lugar.

Aunque los astrocitomas pilocíticos rara vez sufren transformación maligna y generalmente tienen un pronóstico favorable, 20% tienen un mal resultado, con recurrencia local o diseminación.18,25 La fusión KIAA1549-BRAF ocurre en 80 a 90% de los astrocitomas pilocíticos, particularmente en aquellos en la fosa posterior, y pueden asociarse con una mayor sobrevida global.19,25,29

> Gliomas difusos de alto grado de tipo pediátrico

Los gliomas de alto grado de tipo pediátrico representan el 10% de los tumores cerebrales en niños y tienen un pobre pronóstico.30 A pesar de la cirugía y la terapia adyuvante, 70 a 90% de los niños afectados mueren dentro de los 2 años posteriores al diagnóstico.31 El término “glioblastoma multiforme”, el tumor cerebral maligno primario más común en adultos, ha sido reclasificado en la CNS5 de la OMS, con énfasis sobre marcadores moleculares. La nueva clasificación define el glioblastoma estrictamente como un glioma astrocítico tipo salvaje IDH difuso en adultos con alteraciones histológicas o moleculares específicas. Como resultado, el término “glioblastoma” ha sido eliminado del léxico de neoplasias en niños.6

Un avance en la comprensión de los gliomas ha sido la identificación de mutaciones conductoras en la familia de genes de remodelación de la cromatina, histona H3.32,33 En pacientes con gliomas difusos de línea media o hemisféricos, las mutaciones somáticas en la cola de H3 disminuyen la metilación y bloquean la diferenciación glial, promoviendo la gliomagénesis.34

Se han identificado cuatro subtipos de gliomas. El glioma difuso de la línea media es un tumor particularmente letal que afecta a niños pequeños y es irresecable. Un nuevo término, "H3K27-alterado", ha sustituido el término anterior, "Mutante H3K27", ya que se han identificado cambios moleculares adicionales.6 Los tumores por H3K27 alterado incluyen el anteriormente llamado  glioma pontino intrínseco difuso, junto con gliomas agresivos que involucran al tálamo y otras estructuras de la línea media. Estudios de metilación de gliomas difusos de línea media han identificado una mutación puntual sin sentido de histona oncogénica en la histona H3.35,36 Estos tumores se asocian con peor sobrevida que sus contrapartes de tipo salvaje.37 La alteración H3K27 es más predictiva del pronóstico que la clasificación histológica.35

La alteración H3K27 parece ser específica de los gliomas de alto grado difusos de la línea media en niños.38 Un segundo subtipo, el glioma hemisférico difuso, mutación H3G34, surge en los hemisferios cerebrales en niños mayores y adultos jóvenes.35,39,40 Este tumor se asocia con otras alteraciones genéticas, incluyendo la α-talasemia ligada al cromosoma X (ATRX) y mutaciones de la proteína tumoral 53 (TP53) y metilación del promotor O6-metilguanina-DNA metiltransferasa (MGMT).8 Se han identificado mutaciones de histonas en más del 80% de los gliomas de alto grado de la línea media y en más del 40% de los hemisféricos, predominantemente en niños.32,41

Un tercer subtipo es el glioma de alto grado de tipo pediátrico difuso, tipo salvaje H3 y tipo salvaje IDH. Este es un tumor agresivo, que por lo general se encuentra en los hemisferios cerebrales, con un pobre pronóstico.42 El cuarto subtipo, una neoplasia clínicamente distintiva en recién nacidos y lactantes, es el glioma hemisférico de tipo infantil, que a menudo alberga fusiones de genes del receptor de tirosina quinasa, incluidos ALKNTRK1/2/3ROS1 y MET4. Estas alteraciones de la quinasa son potencialmente atacables, y estudios preliminares sugieren un mejor resultado en pacientes con tumores con fusión de quinasa positiva.41,43,44

El tratamiento adyuvante estándar es la irradiación paliativa focal, pero la sobrevida a largo plazo es pobre, con ninguna mejora apreciable en el resultado durante los últimos 50 años. La sobrevida libre de eventos a los 3 años y las tasas de sobrevida general para los niños con gliomas de alto grado son del 10% y 20%, respectivamente.45 El resultado para los gliomas difusos de la línea media pontina es abismal, con una mediana de sobrevida de 4 meses en ausencia de radioterapia y sólo de 8 a 11 meses con radioterapia.46

La terapia dirigida impulsada por mutaciones hasta ahora no ha tenido un efecto sustancial, pero se ha introducido recientemente en la práctica clínica. En general, la quimioterapia sólo ha tenido eficacia limitada en el tratamiento de los gliomas de alto grado en niños. En adultos con gliomas de alto grado, la temozolomida ha mejorado la sobrevida libre de eventos y global, en comparación con la radioterapia sola.45 Este no ha sido el caso en niños.

En un estudio de fase 2, temozolomida no logró mejorar el resultado para los niños con gliomas de alto grado recién diagnosticados. Sin embargo, la sobreexpresión de MGMT afectó negativamente la sobrevida, lo que puede haber causado la falta de respuesta a temozolomida.47 En un esfuerzo por superar la presunta resistencia mediada por MGMT, un estudio de fase 2 agregó lomustina a temozolomida en un régimen de doble alquilador para agotar MGMT y dio lugar a una mejor sobrevida libre de eventos y global, en comparación con temozolomida sola.48

La mutante H3K27 ha sido atacada con el uso de inhibidores de la histona desacetilasa (HDAC). Por ejemplo, panobinostat, utilizado para tratar el mieloma múltiple, ha demostrado eficacia in vitro y en modelos murinos de xenoinjerto ortotópico de gliomas infiltrativos y está siendo evaluado en ensayos clínicos.2,49 Fimepinostat, un inhibidor pan-HDAC y PI3K, está bajo investigación en un ensayo de fase 1 en pacientes con gliomas de alto grado y meduloblastomas recurrentes. Otros tratamientos bajo investigación incluyen inhibidores de puntos de control inmune, terapia de células T con receptor de antígeno quimérico, vacunas contra el cáncer y viroterapia oncolítica.

> Tumores ependimarios

Los ependimomas son el tercer tumor cerebral más común de la infancia, después de los gliomas y meduloblastomas, representando del 5 al 10% de las neoplasias del SNC en niños; 90% son intracraneales, con la mayoría surgiendo en la fosa posterior, y el resto son espinales.50,51

Los tumores ependimarios son un grupo heterogéneo, clasificados en base a características histológicas, características moleculares y localización, con al menos nueve subtipos moleculares.6,52 La antigua clasificación histológica de la OMS no se correlaciona bien con el pronóstico y ha sido modificada.

Los ependimomas todavía se clasifican como grado 1, 2 o 3 según el grado de anaplasia. El subependimoma raro es de grado 1. El ependimoma mixopapilar, una vez considerado grado 1, ahora se clasifica como grado 2, ya que se cree que la probabilidad de recurrencia es similar a la de los ependimomas espinales convencionales.6 Se ha hecho hincapié en las aberraciones moleculares, y el término “ependimoma anaplásico” ya no figura en la lista.

Los ependimomas de grado 2 y 3 son supratentoriales o infratentoriales en localización. Los ependimomas supratentoriales se clasifican en base a dos fusiones moleculares oncogénicas.  La fusión C11orf95-RELA ocurre en el 70% de los casos, causando la activación constitutiva de la vía de señalización del factor nuclear κB.52

La nueva designación del gen C11orf95 es ZFTAZFTA puede fusionarse con más ligandos que solo RELA.6 La otra fusión involucra a YAP1. Comparada con la fusión YAP1, la fusión ZFTA recién nombrada se ha informado que supera a la clasificación histológica en la predicción del curso clínico, confiriendo un peor pronóstico.53 Sin embargo, los pacientes con fusión ZFTA que recibieron radioterapia conformada (con haces adaptados a la forma del tumor) no tuvieron un resultado pobre uniforme, lo que sugiere que la importancia clínica de esta fusión sigue sin estar clara.52,54

Los ependimomas de la fosa posterior se subdividen en base al perfil metilómico en dos subtipos más comunes: ependimomas PFA y PFB. Los primeros ocurren predominantemente en lactantes, se localizan lateralmente, y tienen peor pronóstico que los ependimomas PFB. Los tumores PFA tienen una pérdida relativa del marcador epigenético de trimetilación H3K27 en comparación con los tumores PFB.52,55 El subtipo PFB ocurre en niños mayores y generalmente tiene un mejor pronóstico.56 Sin embargo, no se halló valor pronóstico cuando los niños en los grupos PFA y PFB recibieron radioterapia conformada.54

Los niños con ependimomas no metastásicos se tratan inicialmente con resección máxima segura, seguida de irradiación conformada focal, excepto para los lactantes.2,50,53 No se ha establecido el rol de la quimioterapia pero está bajo investigación. A pesar de los avances en cirugía y radioterapia, el resultado a largo plazo para los ependimomas infantiles sigue siendo pobre, con tasas de sobrevida general y libre de progresión a 10 años del 50% y 30%, respectivamente.50

> Tumores embrionarios del SNC

Los tumores embrionarios también son un grupo heterogéneo de neoplasias malignas del SNC, que afectan principalmente a niños pequeños y representan aproximadamente el 20% de los tumores cerebrales infantiles.57 Estos tumores tienen células azules pequeñas, redondas, densamente agrupadas con citoplasma escaso y grados variables de diferenciación y fueron clasificados inicialmente como tumores neuroepiteliales primitivos (TNEP).1,58

Los que se originan en la fosa posterior fueron llamados meduloblastomas, aquellos en la región pineal se llamaron pineoblastomas, nombres todavía de uso común a pesar de la nueva clasificación, y los que estaban por encima del tentorio fueron llamados TNEP supratentoriales.58,59

El perfil molecular ha llevado a la reclasificación de estos tumores en base a conductores genéticos combinados con características histológicas.29,60 El término general “TNEP” ha sido reemplazado por el término “tumor embrionario del SNC”, subrayando la diferenciación molecular.61 De acuerdo con la CNS5 de la OMS, los dos tipos de tumores embrionarios son los meduloblastomas y otros tumores embrionarios del SNC. La distinción se basa en una taxonomía integrada con fuerte énfasis en el perfil molecular.

> Meduloblastomas

Aunque los gliomas de bajo grado son los tumores cerebrales más comunes de la infancia, los meduloblastomas son los tumores cerebrales malignos más comunes de la niñez.62

Suelen surgir en el cerebelo, y los pacientes presentan signos de aumento de la presión intracraneal o disfunción cerebelosa.

Los meduloblastomas representan más del 60% de los tumores embrionarios infantiles, y 70% ocurren en niños menores de 10 años, afectando más a los niños que a las niñas, aunque la edad y las diferencias de sexo varían según el subtipo de tumor.3,63,64 Un tercio de los casos surgen en niños menores de 3 años.65

Factores asociados con un mal resultado para los niños con meduloblastoma incluyen tamaño grande, enfermedad diseminada en la presentación, menor edad (<3 años), y tumor residual de más de 1,5 cm2 en la imagen postoperatoria.62

Las clasificaciones morfológicas previas identificaron cuatro subtipos: meduloblastoma clásico, meduloblastoma anaplásico de células grandes, meduloblastoma desmoplásico-nodular y meduloblastoma con extensa nodularidad.61 Las dos últimas variantes histológicas tienen un pronóstico más favorable que las dos primeras.65

El sistema CNS5 ahora reconoce dos tipos de meduloblastoma: meduloblastoma molecularmente definido y meduloblastoma histológicamente definido. La categoría de meduloblastoma molecularmente definido contiene cuatro subtipos, cada uno con perfiles metilómicos y transcriptómicos únicos y comportamiento clínico distintivo. Los análisis genéticos han identificado subcategorías de los subtipos y sugieren nuevas estrategias de tratamiento.49

• Meduloblastomas con activación de WNT

El subtipo con activación de WNT representa el 10% de todos los meduloblastomas, afectando a niños y niñas por igual y ocurriendo en niños mayores o adolescentes. Los tumores se ubican en la línea media del cerebelo y a veces involucran los pedúnculos y el tronco encefálico.

Los meduloblastomas WNT tienen características histológicas clásicas y se asocian frecuentemente con la acumulación de β-catenina, codificada por CTNNB1. La mutación de CTNNB1 está presente en el 90% de los casos y provoca la acumulación de β-catenina nuclear, que impulsa la oncogénesis.5,61,63,66,67

Estos tumores tienen muy buen pronóstico, con una tasa de sobrevida libre de eventos a 10 años superior al 95%.68

Presentan una vasculatura fenestrada aberrante impulsada por niveles excesivos de mutantes de β-catenina, que altera la barrera hematoencefálica y permite el acceso para la quimioterapia. Esta característica de los tumores WNT puede explicar por qué algunos pacientes presentan hemorragia.69,70 Debido a que los tumores WNT se asocian con buena sobrevida, están siendo investigadas estrategias de tratamiento para la reducción de la radioterapia y quimioterapia.2,49,66,71

• Meduloblastomas con activación de SHH

Los meduloblastomas con activación de SHH representan el 30% de los meduloblastomas y tienen una distribución igual de sexos, afectando a niños pequeños y adultos jóvenes. Normalmente se localizan en los hemisferios cerebelosos y se cree que surgen de precursores en la capa de células granulares externa del cerebelo.

En contraste con los meduloblastomas WNT, los meduloblastomas SHH tienen una heterogeneidad biológica y clínicamente más relevante. Ellos comúnmente surgen de alteraciones somáticas o de la línea germinal en la vía de señalización SHH–PTCH–SMO–GLI, que incluyen deleciones o mutaciones con pérdida de función en el gen supresor de tumores PTCH1 (43% de los casos), mutaciones activadoras en el proto-oncogén SMO (9%) y amplificaciones en los oncogenes GLI1 y GLI2 (9%).66,68,69

Los meduloblastomas SHH se han estratificado según la presencia o ausencia del gen supresor de tumores TP53. Las mutaciones de TP53 (que ocurren en el 9% de los casos) actúan como impulsores de la tumorigénesis y auguran un mal pronóstico, mientras que las mutaciones de TP53 en los tumores WNT no afectan el resultado.66,72

Mutaciones del promotor TERT, que afectan el mantenimiento estructural de los telómeros, ocurren en el 40% de los meduloblastomas SHH y están presentes en casi todos los casos en adultos.67 La estratificación molecular de los meduloblastomas SHH ha llevado a ensayos clínicos de terapias dirigidas. Un ejemplo es el uso de los nuevos inhibidores de SMO, vismodegib y sonidegib, para meduloblastomas SHH refractarios o recidivantes.1,2,5,68,69,73

• Meduloblastomas no WNT, no SHH

En la nomenclatura actual, el subtipo no-WNT, no-SHH incluye los meduloblastomas del grupo 3 y el grupo 4. A diferencia de los meduloblastomas WNT y SHH, estos tumores afectan más a los niños que a las niñas y es más probable que tengan metástasis en el momento de la presentación. Se localizan en la línea media del cerebelo y por lo general tienen características histológicas clásicas o anaplásicas de células grandes.5 No se han identificado mutaciones conductoras subyacentes.63

Los tumores del grupo 3 representan el 25% de los meduloblastomas, ocurren en bebés y niños, y tienen el peor pronóstico, con una tasa de sobrevida global del 50% a los 5 años.68 Las anomalías citogenéticas son comunes, incluyendo el isocromosoma (imagen en espejo) 17q en casi la mitad de los casos.1,66,67

Para niños pequeños (<3 años), se han administrado nuevos tratamientos después de la resección quirúrgica, incluyendo quimioterapia a dosis altas con rescate autólogo de células madre y otros regímenes adaptativos al riesgo para retrasar la irradiación y evitar la mieloablación.5

Los tumores del grupo 4 son los más comunes, representando el 35% de todos los meduloblastomas.2 Ocurren en niños mayores y adolescentes y tienen un pronóstico intermedio, con una tasa de sobrevida global a 5 años del 70%.5

Las alteraciones genéticas incluyen amplificaciones en el oncogén MYCN (en el 6% de los casos) y en CDK6 (en 5 a 10% de los casos).1,24 Como los meduloblastomas del grupo 3, estos tumores tienen varias aberraciones cromosómicas, con el isocromosoma 17q presente en el 80% de los casos.68

Se han dividido en un grupo de alto riesgo enriquecido para el isocromosoma 17q, con una tasa de sobrevida general a 10 años del 36%, y un grupo de bajo riesgo con pérdida del cromosoma 11 y amplificación de MYCN, con una tasa de sobrevida global a 10 años del 72%, el doble que el grupo de alto riesgo.66,72

El manejo de los meduloblastomas consiste en la máxima resección segura seguida de radiación craneoespinal y quimioterapia.5 Investigaciones actuales se centran en la desescalada del tratamiento para meduloblastomas WNT para reducir los efectos tóxicos de la radiación craneoespinal y la quimioterapia, terapia dirigida a SMO y su vía descendente para meduloblastomas SHH, y tratamientos ajustados al riesgo para los subtipos de meduloblastomas no WNT, no SHH, de los grupos 3 y 4.5,66

> Otros tumores embrionarios del SNC

La categoría de otros tumores embrionarios del SNC se divide en subtipos. Estos incluyen tumores teratoides-rabdoides atípicos; tumores embrionarios con rosetas multicapa; neuroblastomas del SNC, activados por FOXR2; y tumores del SNC con  duplicación interna en tándem de BCOR.

Resumen

La secuenciación del genoma y el perfil de metilomas de ADN han alterado en gran medida la categorización de los tumores cerebrales en niños. Aunque el pronóstico para los tumores seleccionados ha mejorado como resultado de refinamientos en el tratamiento quirúrgico y adyuvante, las perspectivas de diagnóstico molecular hasta ahora solo han proporcionado avances terapéuticos limitados. Sin embargo, hay motivos para esperar que la terapia dirigida mejore el resultado en los tumores intratables y mitigue los efectos adversos del tratamiento.

Comentario

  • Los tumores cerebrales son las neoplasias sólidas más frecuentes y la principal causa de muerte por cáncer en niños.
     
  • Los avances diagnósticos y terapéuticos recientes han llevado a una mejora en la sobrevida y la calidad de vida de los niños con tumores del SNC, aunque el pronóstico en muchos casos sigue siendo pobre, con secuelas a largo plazo por el tratamiento.
     
  • Se espera que los avances en el diagnóstico molecular y las terapias dirigidas mejoren los resultados con menores efectos adversos.

Resumen y comentario objetivo: Dra. María Eugenia Noguerol

lunes, 17 de diciembre de 2018

Meningioma anaplasico intracraneal presentándose como una lesión cutánea

Meningioma anaplasico intracraneal presentándose como una lesión cutánea
Los meningiomas son tumores del sistema nervioso central que rara vez se presentan como masas extracraneales de tejidos blandos.Autor: Dres. Sule Güngör, Gonca Gökdemir, Nagehan Tarıkçı, Tülay Sayılgan, Sirzat Bek Dermatology Online Journal 18 (9): 6.
El meningioma de la piel se conoce como meningioma cutáneo.  El meningioma cutáneo de cuero cabelludo es extremadamente raro y puede causar desafíos diagnósticos.  Como pueden asociarse con lesiones intracraneales, éstas deberían investigarse en pacientes con meningioma cutáneo del cuero cabelludo.

En este reporte, se presenta un paciente con un meningioma anaplásico intracraneal que se presentó como una masa en cuero cabelludo.

Figura 1.  Masa ulcerada no dolorosa de 4 x 6 cm
en la parte posterior del parietal izquierdo.

Figura 2. Infiltración de células en forma
de huso y epiteliodes atípicas (H&E).

Figura 3. Positividad EMA focal apoyando el origen meníngeo
Se presenta una mujer de 70 años con una masa indolora en cuero cabelludo de 10 meses de evolución.  Al exámen clínico reveló una masa no dolorosa, ulcerada de 4 x 6 cm en la parte posterior del parietal izquierdo (figura 1).  Se realizó biopsia de piel con sospecha de tumor triquilemal proliferante maligno, carcinoma de células escamosas o metástasis cutánea de un tumor interno.  El exámen histológico reveló una infiltración de células epiteloides atípicas y en forma de huso, que arrojaron la sospecha de meningioma anaplásico o sarcoma de tejidos blandos (figura 2). 
Los núcleos de las células eran prominentes, altamente pleomórficos e hipercromáticos; se observaban numerosas figuras mitóticas.  La inmunohistoquímica era positiva para vimentina y para el antígeno de membrana epitelial (EMA).  Sin embargo, era negativo para citoqueratina, sinaptofisina, cromogranina, factor de transcripción de tiroides-1 (TTF-1), CD 34, S-100, CD99, CD68, actina de músculo liso, desmina, HMB-45, y Melan –A (figura 3).  La tinción EMA no fue difusa, pero apoyó el diagnóstico de meningioma anaplásico basado en las características morfológicas.  En la resonancia magnética (RMN), se observó una masa grande intracraneal erosionando el cráneo.  Se realizó el diagnóstico de meningioma anaplásico intracraneal que se extirpó por neurocirugía.  El diagnóstico se confirmó por el estudio histopatológico de la pieza quirúrgica.  La paciente recibió radioterapia y continúa en seguimiento por el departamento de oncología desde la operación.

Los meningiomas cutáneos se clasifican en 3 grupos, incluyendo el tipo I, II y III.  El tipo III son meningiomas del sistema nervioso central que se extienden a la piel e infiltran a través del hueso o de un defecto óseo, particularmente en sitios de resistencia disminuída como suturas o forámenes.

Basado en los hallazgos clínicos y patológicos, el caso correspondió a una variante de meningioma cutáneo tipo III.  El tumor primario se situaba en el sistema nervioso central y la masa visible en cuero cabelludo fue lo que motivó la consulta de la paciente.  La paciente no sabía de su enfermedad hasta la aparición del nódulo en cuero cabelludo.  No presentaba síntomas neurológicos.

En la literatura, se enfatizó en que se deben considerar los meningiomas cutáneos si los nódulos se localizan en la línea media.  Sin embargo, el tumor se puede extender hacia la piel por infiltración del cráneo y puede localizarse alejado de la línea media, como en el caso de ésta paciente.

Debido al comportamiento agresivo del meningioma anaplásico, los autores sugieren en este caso que la masa puede haberse extendido dentro de la piel por infiltración a través del hueso y no por herniación a través de suturas.

Las lesiones de cuero cabelludo pueden asociarse con un amplio rango de enfermedades; cutáneas o extracutáneas que deben considerarse en el diagnóstico diferencial. Particularmente las lesiones que pueden presentarse como masas en cuero cabelludo son, lipoma, quistes triquilemales, o tumores, carcinoma de células escamosas, carcinoma de células basales, carcinoma de células de Merkel y metástasis cutáneas de carcinomas.  Para distinguir estos tumores, debería realizarse el estudio histológico.

En el caso presentado, se consideró como diagnóstico diferencial a las metástasis cutáneas.  La histopatología y la resonancia orientaron al diagnóstico de meningioma.

En conclusión, cuando se presentan lesiones en cuero cabelludo deben considerarse a los tumores cutáneos, metástasis o extensiones de tumores internos.
¿Qué aporta éste artículo a la práctica dermatológica?.
Los meningiomas son tumores del sistema nervioso central que rara vez se presentan como masas del tejido blando extracraneal.  El meningioma de la piel se conoce como meningioma cutáneo.  El meningioma cutáneo del cuero cabelludo es extremadamente raro y puede causar desafíos diagnósticos.  Es importante considerar a los tumores intracraneanos en el diagnóstico diferencial de los nódulos de cuero cabelludo.
♦ Comentario y resúmen objetivo: Dra. Geraldina Rodríguez Rivello

jueves, 30 de agosto de 2018

Linfoma cerebral primario en pacientes inmunocompetentes

Linfoma cerebral primario en pacientes inmunocompetentes: espectro de hallazgos y características diferencialesRadiologia 2018;60:280-9 - DOI: 10.1016/j.rx.2017.12.009
Resumen

El linfoma primario del sistema nervioso central (LPSNC) es infrecuente y su manejo difiere significativamente del resto de los tumores malignos de esta localización. El texto desarrolla cómo los hallazgos radiológicos a menudo sugieren el diagnóstico precozmente. La imagen típica en los pacientes inmunocompetentes es una masa intraaxial supratentorial con realce homogéneo. Otros hallazgos que deben valorarse son la multifocalidad y el realce en anillo incompleto. En el diagnóstico diferencial del LPSNC deben considerarse principalmente otros tumores malignos del SNC, como el glioblastoma y las metástasis. El LPSNC suele tener menor edema y efecto masa, y respeta el córtex adyacente, siendo infrecuentes la necrosis, la hemorragia y la calcificación. Aunque los hallazgos en secuencias morfológicas son típicos, no son por completo específicos y pueden encontrarse formas atípicas. Las técnicas avanzadas, como la difusión y sobre todo la perfusión, muestran valores cualitativos y cuantitativos que desempeñan un papel importante al diferenciar el LPSNC de otros tumores cerebrales.