La microcefalia en los fetos de madres infectadas con el virus de Zika es indetectable en las imágenes prenatales en las primeras etapas del embarazo, según ha demostrado un estudio.[1]
En una serie de casos de embarazos afectados por el virus de Zika, la mediana de tiempo entre el inicio de los síntomas de la infección y la evidencia de microcefalia en imágenes craneales y cerebrales seriadas fue de 18 semanas. El diagnóstico más temprano ocurrió a las 24 semanas de gestación, informaron el Dr. Miguel Parra-Saavedra, PhD, director de medicina materno-fetal de la Clínica Cedifetal en Barranquilla, Colombia, y sus colaboradores, en un artículo publicado el 6 de junio en Obstetrics & Gynecology.
El análisis "informa la comprensión de la historia natural de la infección perinatal por el virus de Zika, y advierte contra el hecho de tranquilizar falsamente a las pacientes que tienen resultados ecográficos normales, que se encuentran a meses de la presunta infección materna", escriben los autores.
Los investigadores revisaron los resultados de los estudios de laboratorio y de imagen de 17 mujeres con infección por virus de Zika que recibieron tratamiento en una de las dos clínicas privadas de referencia perinatal en Colombia entre diciembre de 2015 y septiembre de 2016. El estudio incluyó en el análisis a mujeres en quienes se detectó ARN del virus de Zika por reacción en cadena de la polimerasa en las secreciones (materno o fetal), así como a aquellas en las que los hallazgos de la ecografía fetal o resonancia magnética eran consistentes con el síndrome congénito de Zika.
De las 17 mujeres, 14 presentaron síntomas de la enfermedad por virus de Zika, y la mediana de edad gestacional en la que se presentaron los síntomas fue de 10 semanas. En las 3 mujeres restantes, las muestras de líquido amniótico fueron positivas para Zika en las 20, 28 y 33 semanas de gestación, respectivamente.
La ecografía seriada mostró microcefalia (definida como un perímetro cefálico menor a 3 desviaciones estándar por debajo de la media) en 15 de los 17 lactantes a las 28 semanas (mediana de edad gestacional).
Tres de los neonatos mostraron signos tempranos del síndrome congénito de Zika antes del diagnóstico de microcefalia, incluyendo pie equinovaro (talipes equinovarus) en 1 caso, y ventriculomegalia en los otros 2 casos.
Se contó con los resultados ecográficos de 13 de las pacientes con antecedente de síntomas de infección por virus de Zika durante el primer trimestre, los reportes a las 20 y 24 semanas de gestación no fueron positivos para microcefalia, aunque las siguientes ecografías en la serie sí lo fueron, escriben los autores.
Como parte del protocolo en estudio se ofreció realizar resonancia magnética (RM) fetal, que fue aceptada por 16 pacientes. La mediana de edad gestacional fue de 32,3 semanas (rango: 21-38 semanas de gestación), "la resonancia magnética confirmó los hallazgos ecográficos y proporcionó información adicional incluyendo 9 casos con involucro del cuerpo calloso", indican los autores. Además, se observó evidencia de polimicrogiria en 6 casos.
Una evaluación de los datos de los nacimientos mostró que la mediana de edad gestacional al nacer fue de 38 semanas, con 6 de los recién nacidos con peso por debajo del percentil 10 en base a los estándares del Siglo XXI de la International Fetal and Newborn Growth Consortium. Además, 15 de los neonatos diagnosticados prenatalmente con microcefalia tenían una perímetro occipital que medía menos del percentil 3 al nacer, manifestaron los investigadores.
En un neonato, sin diagnóstico perinatal de síndrome congénito de Zika, su perímetro cefálico al nacimiento se reportó por encima de la media para la edad y el género. Sin embargo, se identificó síndrome congénito de Zika por disgenesia del vermis cerebeloso, y a los 30 días del nacimiento su perímetro cefálico se reportó como de 1 desviación estándar por debajo de la media.
"Esta serie de casos proporciona información única sobre la trayectoria del perímetro cefálico en fetos después de la infección materna confirmada por laboratorio del virus de Zika para los recién nacidos diagnosticados con síndrome de Zika congénito. Los hallazgos son relevantes para los especialistas en medicina materno-fetal que están tratando con mujeres embarazadas con infección por el virus de Zika", señalan los investigadores.
Los autores concluyen que la brecha de tiempo entre los primeros síntomas de la infección materna por Zika, y las pruebas de imagen que muestran microcefalia y otros signos del síndrome congénito de Zika observados en esta serie de casos, confirman la importancia de la vigilancia continua de las mujeres embarazadas con exámenes de neuroimagen seriados y detallados.
Esta investigación fue apoyada por el Instituto Nacional de Salud de Colombia y los Centers for Disease Control and Prevention. Los autores han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente